Ya han pasado 10 días desde que regresé de Sheffield y una semana desde que Stuart Bingham se proclamó campeón del mundo de Snooker, pero la experiencia de vivir el Crucible en primera persona todavía me alucina. Estar cerca de los jugadores, cruzarte con leyendas de la talla de Steve Davis o simplemente caminar por los pasillos de ese teatro fue sencillamente genial, algo inolvidable.
Crucible
Lo que las cámaras no muestran de un partido de Snooker
La televisión nos permite ver el mejor Snooker del mundo, pero las retransmisiones deportivas reflejan sólo una parte de lo que ocurre en un partido. Por eso cuando tienes la oportunidad de ver un encuentro en directo a pocos metros de la mesa y de los jugadores, te das cuenta de todos los detalles que las cámaras no llegan a captar.
El Crucible mediático
Aquí se juega otro campeonato, el que no se ve por televisión. Una treintena de periodistas siguen el World Snooker Championship desde la sala de prensa del Crucible, a pocos metros de donde están las mesas. De ellos —nosotros— depende que el mundo sepa lo grande que puede llegar a ser este deporte, esta competición y este lugar.
Nos vamos al Crucible
Si trabajas con ilusión y constancia, las recompensas acaban llegando. Por eso mañana mi gran amigo Marc Codina y un servidor pondremos rumbo a Sheffield para vivir en directo la magia del Campeonato del Mundo de Snooker en el Crucible.