El resurgir del billar menorquín
Cuando a principios de julio mi amigo Toni Pons Torres, un buen billarista menorquín que ahora compite por tierras salmantinas, me propuso organizar un campeonato en la Isla, al principio dudé. Dudé porque habían pasado siete años desde el último campeonato y dudé porque no sabía si los ex billaristas habían aparcado sólo el taco o también su pasión por este deporte. Fui ingenuo: un billarista siempre vuelve.