Nostalgia de Crucible
Hace justo un año que pisé el Crucible por primera vez para ver el Campeonato del Mundo de Snooker.Estuve dos […]
Hace justo un año que pisé el Crucible por primera vez para ver el Campeonato del Mundo de Snooker.Estuve dos […]
Tienes ya cuarenta tacos y unas cuantas canas, pero el brazo sigue respondiendo tan bien como siempre. Sigues llenando arenas como siempre y sigues deleitando a tus fans como siempre. No me extraña que griten más que nunca cuando bajas las escaleras del Alexandra Palace: hay mucha emoción acumulada tras tantos meses sin verte.
Ya han pasado 10 días desde que regresé de Sheffield y una semana desde que Stuart Bingham se proclamó campeón del mundo de Snooker, pero la experiencia de vivir el Crucible en primera persona todavía me alucina. Estar cerca de los jugadores, cruzarte con leyendas de la talla de Steve Davis o simplemente caminar por los pasillos de ese teatro fue sencillamente genial, algo inolvidable.
Stuart Bingham es el nuevo rey del Snooker mundial. A sus 39 años y tras 20 como profesional, ha alcanzado el sueño de cualquier billarista de Snooker: ganar el World Championship en el Crucible. Logró la hazaña ayer al vencer a Shaun Murphy 18-15 en la final. Fue el colofón a un campeonato impecable para Bingham, que se cargó a Ronnie O’Sullivan en cuartos (13-9) y a Judd Trump en semifinales (17-16).
La televisión nos permite ver el mejor Snooker del mundo, pero las retransmisiones deportivas reflejan sólo una parte de lo que ocurre en un partido. Por eso cuando tienes la oportunidad de ver un encuentro en directo a pocos metros de la mesa y de los jugadores, te das cuenta de todos los detalles que las cámaras no llegan a captar.
Aquí se juega otro campeonato, el que no se ve por televisión. Una treintena de periodistas siguen el World Snooker Championship desde la sala de prensa del Crucible, a pocos metros de donde están las mesas. De ellos —nosotros— depende que el mundo sepa lo grande que puede llegar a ser este deporte, esta competición y este lugar.